Pues bien, el pasado nueve de diciembre del año dos mil once de nuestro señor me dirigi a hacello y completallo, exprimiendo al máximo mi sesera con el fin de obtener un resultado satisfactorio en la puñetera prueba, y hoy, diez días después se me ha hecho saber que superé el requerido resultado por dos puntos.
Queda con esto concluído la cadena de procesos burocráticos de esta gente, de modo que estoy oficialmente registrado.