miércoles, 20 de noviembre de 2013

Un poco de historia (II)

El Castrum de Mosae Trajectum
Maastricht es la ciudad más antigua de todos los Países Bajos. Se han encontrado restos al oeste de la ciudad que datan del Paleolítico entre ocho y veinticinco mil años de antigüedad. Después de eso lo siguiente que se supo es que los celtas vivieron por allí quinientos años antes de que los romanos llegasen a imponer lo suyo y construyesen un castro amurallado y un puente de madera que fue el nexo más importante entre la ciudad de Colonia y la de francesa Bavay. Dicho puente dio nombre a la ciudad propiamente, Mosae Trajectum, que más tarde se adaptaría al nombre que todos conocemos. Por desgracia, dicho puente colapsó en el año mil doscientos setenta y cinco por culpa de una procesión, matando cuatrocientas almas. Su reemplazo aún hoy día sigue en pie, y fue construido cinco años más tarde un poco más al norte que el antiguo, y tardó ocho años en construirse. La leyenda dice que San Servatio, de origen armenio, Obispo de Tongeren, murió en Maastricht en el año 384 después de Cristo y fue enterrado en una de las vías fuera del castro, y este señor dio nombre tanto al puente como a la iglesia que erigió uno de sus sucesores, el Obispo Monulph en el 570. Hoy día la Basílica de San Servatio.
De izquierda a derecha: Iglesia de San
Juan, Basílica de San Servatio y en
primer plano, la Basílica de la Estrella
del Mar.

Durante la Edad Media, Mastrique, Aquisgrán y Lieja eran el núcleo principal del Imperio Carolingio, y tras la caída del mismo se cree que cayó (por supuesto) en manos de los Francos de la dinastía Merovingia. Poco después fue capital del Ducado de la Baja Lorena durante un breve periodo de tiempo. Fue en torno al 1200 que se construyó la Iglesia protestante de San Juan, casi pared con pared con la Basílica de San Servatio, la torre roja y alta que domina la plaza de Vrijthof. En aquellos tiempos se ejercía sobre la ciudad un dominio dual, por un lado los Príncipes-Obispo de Lieja y por otro los Duques de Brabante, la primera línea de murallas defensivas se construyó entonces.
En el s. XIV se construyó otra de las iglesias de Maastricht que apunta sus afiladas torres al cielo; La románica basílica de Nuestra Señora, también conocida como Basílica de la Estrella de los Mares. Se cree que fue construida sobre un templo romano dedicado a Júpiter, cuando Maastricht era aún un simple castro.

Primer Sitio de Maastricht, 1579.
Durante la guerra de los ochenta años, Mastrique se mantuvo fiel a los rebeldes, pero los Tercios españoles del Duque de Parma, Alejandro Farnesio pusieron la ciudad bajo asedio en 1579, para tomar la ciudad. Dividiendo el ataque en dos frentes, uno a cada lado del Mosa. Las tropas españolas construían túneles bajo los muros para reventarlos. La valiente resiliencia de los defensores le costaron a don Alejandro más de una mala tarde, y el asedio se prolongó cuatro meses. Lope de Vega puso en boca de Don Alejandro lo siguiente, en su teatro Asalto a Mastrique:

... abrase el fuego los flamencos yelos
hasta que se reduzga al Rey su tierra.

Los soldados españoles, cabreados como es natural, pasaron a cuchillo la ciudad entera una vez capturada, y saquearon sin piedad hasta que el Duque en persona tuvo que poner fin a la barbarie.
La ciudad siguió en manos españolas hasta 1632, cuando Federico Enrique de Orange Nassau (Hijo de Guillermo, el que no sonreía ni para los cuadros), recuperó Mastrique tras un asedio de cuarenta días.

Segundo Sitio de Maastricht, 1672
Como recordarán vuestras mercedes, en 1672 los franceses e ingleses vinieron dando guerra, literalmente, y sometieron a asedio Mastrique, que era defendida por holandeses y españoles, capturando la ciudad con relativa facilidad (Siendo los franceses unos cuarenta mil efectivos contra las seis mil almas que defendían la plaza). Las tropas francesas fueron capitaneadas por D'Artagnan (el de verdad, no la ficción de Alejandro Dumas), capitán de los Mosqueteros, muriendo durante el asalto a los muros. La ciudad volvió a manos holandesas en 1679, gracias al tratado de Nimega.


Me comeré esa stroopwafel
a cualquier precio.

Napoleón Bonaparte, causa del
cuarto asedio a Maastricht.
Durante la Guerra de Sucesión Austriaca, las fuerzas francesas bajo el mando de Maurice de Saxe, asedió Mastrique en las últimas semanas de campaña, en 1748. Se cedió entonces la ciudad a los Países Bajos Austriacos.
En 1764, el teniente Jean Baptiste Drouin encontró en el Monte Sint Pieter  los primeros restos del Mosasaurio, una especie de cocodrilo gigantesco que vivió en el periodo Cretácico.
Y fue en 1794 cuando un señor bajito y con muchas ganas de dar por saco, decidió que era Emperador y que tenía que quedarse con Europa entera, y los Países Bajos Austríacos eran de sus primeras adquisiciones.

Tras la era napoleónica, Mastrique pasó a fomar parte del Reino Unido de los Países Bajos en 1815. Entonces otra guerra comenzó, interina esta vez. Las provincias del sur quisieron independizarse de las del norte y unirse a Bélgica, y las tropas del norte ocuparon (una vez más) la ciudad, que siguió fiel al rey. A pesar de este hecho, los oriundos de Mastrique siempre se han sentido más afines con los belgas o con los alemanes que con los neerlandeses, y eso se nota hasta hoy día.
Hans, somos unos genios destrozando
cosas. ¿Verdad que ja?
Cuando estalló la primera guerra mundial, los Países Bajos permanecieron neutrales pero Bélgica no, y muchos refugiados cruzaron la frontera para resguardarse del horror que se desató en 1914.
No hubo tanta suerte en la Segunda Guerra Mundial. En Mayo de 1940, los alemanes tomaron Maastricht en una batalla que podría considerarse como el quinto y último asedio a la ciudad del Mosa. El ataque vino del norte, en Borgharen y el oeste en Gulpen. Durante la batalla los tres puentes fueron destruidos y 50 soldados holandeses fueron muertos. La ciudad fue liberada cuatro años más tarde por las fuerzas aliadas, siendo la primera ciudad neerlandesa en librarse del yugo nazi.

Pero no todo fueron guerras y asedios. En 1992, se firmó el tratado homónimo, pilar principal de la Unión Europea, y de nuestra cada vez más devaluada moneda. Por lo demás es sin lugar a dudas la ciudad más hermosa  y alegre del país.En el que el sol brilla más a menudo de lo normal, la gente bebe cerveza como los belgas y celebran carnavales como los gaditanos y los campos verdes pueden ser recorridos en bicicleta hasta llegar a fronteras con dos países distintos. Permita Dios que sus muros aguanten mil años más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario