martes, 19 de noviembre de 2013

Dos ruedas y un manillar

Nota mental: Vintage significa vendimia.
Una de las particularidades holandesas que comparto es su pasión por moverse en bicicleta a todos lados. Para un ciclista, este país es un paraíso donde los haya, con su carril bici por todos lados, sin necesidad de jugarte la vida en la carretera, con autobuseros y gente loca en coches. El único inconveniente es que el carril bici se comparte con las motos, y eso puede llegar a ser un problema dependiendo del colectivo social con que uno se encuentre.
(Casi) siempre he tenido una bici en la que apoyar el culo y moverme por ahí, y a cada una la bauticé con un nombre como si de un buque o una astronave se tratase (más bien lo segundo que lo primero).

BH California (~1989 - ~1995)

La primera bicicleta en la que hice de las mías tendría ruedines y yo tendría dientes de leche. Era una BH california roja super hortera a la cual no le puse nombre. No recuerdo mucho de ella salvo detalles puntuales y el ruidazo que hacía con los ruedines en las losetas estriadas.


El Lizard (1994 - ~1997)

Es que lo petaba. (Foto: Labeache).
La primera bicicleta que fue mi buque insignia e inseparable compañera de aventuras y correrías fue una BH ''Bicicross'' color verde que bauticé como Lizard (Quizás por el color). Tenía un asiento rarísimo, como puede apreciarse en la imagen, y en la parte trasera del mismo tenía un reflector rojo. La amortiguación en la horquilla delantera era una delicia. Tenía once ricos años por aquel entonces.


El Buitre de Acero (~1997 - 2007)

Las piernas me fueron creciendo y pronto el Lizard se quedó pequeño, y muy a mi pesar fue revendido para dar lugar a una bicicleta un poco más de adulto y del mismo color. Era una bicicleta de montaña y me duró hasta bien entrados mis años de universidad, cuando fue robada de manera miserable, por circunstancias de las cuales no quiero acordarme. Lo bauticé como el Buitre de Acero en honor (supongo yo) de la extraña aeronave homónima. No dispongo de imagen ninguna del Buitre, ni he encontrado ningún modelo similar por ahí.

La Enterprise (Enero 2006 - Agosto 2011)

Era una belleza.
La mejor que tuve hasta el momento. Una Gitane Mississippi, híbrida, es decir, medio de paseo medio deportiva. Con amortiguación en la horquilla delantera y en el sillín. Dinamo y luces incorporadas. El nombre, obviamente le vino por la nave del Capitán Kirk, de la serie conocida por la mayoría, a la cual yo me había enganchado por aquel entonces. Una nefasta tarde de agosto de 2011, fue secuestrada, al tenerla yo encadenada en la calle. Nunca más la volví a ver.





El Don Blas de Lezo ( Octubre 2008 - ~Marzo 2009)

Muy puteada.
Estuvo conmigo diez meses en Albión, y apenas llegué a usarla diez veces. Le puse el nombre por un almirante español del s. XVIII que le metió varias palizas al inglés.
Se la compré a un señor que vendía bicicletas de segunda mano, y que posteriormente averigüé que se dedicaba a robar en Derby y vender en Loughborough y viceversa.
Pasó sin pena ni gloria la pobre bicicleta. Fue coetánea con la Enterprise pero claro, en países distintos. La vendí a una compañera que la necesitaba más que yo.


El Ave de Presa (2011 - 2012)

Le pinté runas klingon en el cuadro, quedó horrible.
Fue una buena bicicleta el tiempo que duró. La compré por un precio razonable en una tienda de segunda mano de un pueblecito al sur de Maastricht que se llama Gronsveld. Era horrible, de un marrón diarreico y un poco oxidada. Tras una capa de pintura verde y negra tenía ya otras pintas. Era ligerísima, eso sí, aunque con el tiempo comenzó a mostrar fallos de diseño o de conservación, hasta que la rueda trasera fue destruida debido a lo debilitados que tenía los radios. El intento de reemplazar la rueda dañada fue fallido, ya que era una bicicleta antigua y el sistema de cambios no se adaptaba bien. Terminó de manera similar a la Enterprise, pero compadezco a aquel desgraciado que se la llevó.


El Armadillo (Enero de 2013 - Marzo de 2013)

La pintura negra mate era muy bonita. (Foto: RRuyz)
Primera bicicleta plegable que he montado en mi vida. Era una b.fold 3, oriunda del Decathlon. El nombre le vino obviamente por su geometría variable. Fue un regalo de reyes de mi familia y la verdad es que no estaba tan mal el tiempo que la tuve en España. El problema vino cuando fue expuesta al húmedo clima holandés. Las juntas se oxidaron en cuestión de días, y era cada vez más difícil plegarla y desplegarla. La cadena también se oxidó y hacía ruidos extraños, y eso que ni siquiera contaba con cambios. Al final hubo que ir a un Decathlon holandés y cambiarla por su precio original, donde descubrimos que estaba descatalogada desde hacía algún tiempo. La triste y lenta historia del Armadillo apenas duró tres meses.

El Albatros (Marzo 2013 - Presente)

No, no soy dueño de un campo de maíz. 
Con el dinero que conseguí a cambio del Armadillo, fui corriendo a una oferta en la tienda holandesa Halford's en la que vendían una bicicleta plegable easy rider de calidad claramente superior. Y así obtuve el Albatros, que es mi vehículo actual. Es posiblemente la mejor bicicleta que he tenido hasta ahora. Es sólida como una roca, sin embargo pesa doce kilogramos de nada. Tiene transportín y marchas, y Raquel me regaló una patilla de manufactura alemana que le durará siglos. El nombre no tengo claro de dónde salió, quizás por Julio Verne, quizás por su color, o quizás por los cómics de Yoko Tsuno. Espero que me dure más que todas sus predecesoras juntas, porque le he cogido muchísimo cariño.

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