Estos aparatos han revolucionado la manera en que usamos internet hasta el punto de perder el contacto con el mundo que nos rodea. Tuve uno hace tiempo y puedo dar fe de lo que digo, y lo digo porque los sucesos que relataré, también me pasaron a mí.
Situación número uno
Autobús Universitario de la ciudad de Utrecht, ocho de la mañana. Todo el mundo va a clase y el asunto está petado. TODOS tienen la cabeza inclinada hacia la fulgurante pantalla de su smartphone y juegan a juegos de burbujitas o teclean sin parar en una pantalla táctil a una velocidad vertiginosa. Una vez vi a un chaval leyendo Dune, de Frank Herbert, y tuve que contenerme para ir y darle un abrazo.
Situación número dos
Éstos por lo menos no muerden, de momento. |
Situación número tres
Esto es de coña tiene gracia, pero parece tan real... |
En los conciertos pasa tres cuartos de lo mismo.
Situación número cuatro
Ayer fui al cine. El primer preestreno al que voy en mi vida. Joder, no sé, se supone algo especial. Y es el cine, leches, que se en teoría la atención debería estar dirigda a la pantalla grande, la de los ruidos que tiene uno delante. Pues no, oye, miles de pantallitas, una en cada butaca, emite su fulgorcito sobre el rostro atontado de alguien.
He aquí el mundo que se nos está empujando a vivir. Se espera de nosotros que estemos todo el día metidos en la red. Hablando a través del Wasapp, compartiendo vídeos y fotografías en Facebook y Tweeter, y si no haces eso, si no pertences a ese colectivo cabalístico, eres un anticuado y un antisocial.
No sé, quizás soy un raro por leer un libro en una sala de espera, o disfrutar de una buena vista en vez de hacerle una foto con el móvil para subirla a alguna red social para que todo el mundo vea lo profundo y aventurero que soy en realidad.
Post data: Y lo irónico de todo esto, es que estas palabras que escribo, las estoy compartiendo en una red social, para que todos veáis lo indignado que puedo llegar a ser. Punto pelota.
Jum.. lo de los conciertos lo he vivido. Era de los que iba al concierto y no paraba de echar fotos. Un día me di cuenta de lo que dices... y dejé de hacerlo. Si acaso hecho un par de fotos en momentos puntuales, y fin.
ResponderEliminarEn cuanto a lo demás... bueno, lo de la calle lo hago con relativa frecuencia desde que tengo mi móvil con 3G y tal. Y no siempre es vicio o... no sé, llámalo X. Muchas veces estoy leyendo cosas importantes.
...por lo que no he pasado, ni pasaré, es el tema del cine/maravilla de turno. Pagar para estar luego con el móvil on fire!? No gracias.